Por: Editorial
Han sido al menos dos décadas donde los estudiantes normalistas han hecho lo que quieren en Michoacán, chantajes, bloqueos y actos delictivos, que solo han generado molestias ante una sociedad harta de sus acciones.
El rechazo social parece no importarles, pero diariamente crece, sobretodo cuando delinquen y es a la sociedad la que se queda en medio y sufre las consecuencias.
Los líderes no han comprendido que su «lucha» ya no genera empatía en una ciudadanía que lejos de apoyarlos, los rechaza y señala, tan solo vean las redes sociales del accidente del estudiante normalista que salio lastimado y comprenderán algo que es el sentir social.
La escuela normal de Tiripetío es sinónimo de todo, menos educación, y ese estigma no lo están midiendo, ni los alumnos ni quienes se benefician de ellos.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed