Por: Editorial
No fueron menores las palabras de Octavio Ocampo, líder estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien en un afán protagonico pidió que el Gobierno debe privilegiar el diálogo ante el operativo en San Juan Nuevo.
Es evidente que «a gritos y sombrerazos» es como el Sol Azteca quiere ser oposición en Michoacán, en una franca crisis de liderazgos y una estructura muy mermada, así que esa declaración ha sido por de más desafortunada y fuera de lógica.
Ocampo salió a la defensa del alcalde de San Juan Nuevo Parangaricutiro, sin embargo, lo hizo tan errado que se puso del lado de los delincuentes.
Imponer el Estado de Derecho en Michoacán, no es tarea sencilla, ayer se dio muestra de que sin disparos, aunque con una respuesta al estilo «narco», los supuestos autodefensas intentaron evitar que las fuerzas federales se impusieran, al final, lo lograron sin hechos sangrientos.
No está mal criticar al Gobierno, al contrario, se requieren de contrapesos, pero pedir diálogo con delincuentes no solo es temerario es lamentable.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed
