Por: Editorial
Hace unas horas, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla presumió en sus redes sociales que hace un año llegó «la Transformación a Michoacán», hoy, el estado está en una profunda crisis de inseguridad provocada por un vacío de Estado.
En mayo, según informes del Gobierno Federal, Michoacán registró 199 homicidios, que lo ponen en los primeros lugares a nivel nacional, aunque con una reducción del 20 por ciento.
Aunado a que los cárteles en Michoacán disputan cada centímetro del estado, con niveles de violencia sin precedentes, sin que autoridades de ningún nivel hagan algo para bajar los índices delictivos que están por las nubes.
Y aunque el mandatario estatal celebra su triunfo electoral de la mano de su partido, en varias regiones de Michoacán sufren por errores en la estrategia de seguridad, cuestión básica que inhibe el desarrollo.
Este 2022 se prevé sea el más violento en la historia del estado, las cifras son aterradoras sobretodo en el bajío michoacano y el oriente, donde las pugnas delincuenciales se han enfocado.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed