Por: Editorial
José Ortega, secretario de Seguridad de Michoacán, con formación militar, es necesario de que pueda reemplantear la estrategia, de lo contrario, se tiene que ir.
Ortega, sin conocimiento de la situación en Michoacán se nota «descanchado», lejos de los problemas que aquejan en materia de seguridad.
La formación militar de Ortega le impiden ver que la «tropa» no entiende de órdenes castrenses, por el contrario, un civil sería lo idóneo en un puesto que requiere de conocer las bases policiales.
Es momento de que Alfredo Ramírez Bedolla, ponga sobre la mesa una opción distinta, tal vez con formación en la Fiscalía General de la República, ya hemos visto que los militares no son sinónimo de resultados.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed