Por: Editorial
Para muchas personas sorprendió la llegada de Octavio Ocampo a la dirigencia estatal del PRD, lo cierto, es que hay una nueva configuración de fuerzas al interior y desencanto para un grupo que tuvo el poder durante los últimos años.
Ocampo no es un improvisado, sabe generar acuerdos y mostró la suficiente capacidad para ganarle a quienes daban por hecho que tenían el control.
Hoy el PRD se renovó, y vaya que le hacía mucha falta, el descalabro electoral de hace unos meses deben hacerlos reflexionar y tomar un papel preponderante en la oposición.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed