Por: Editorial
La administración de Silvano Aureoles tiene claroscuros muy marcados, cosas que deben seguir y otras, que sin duda se deben eliminar.
A Aureoles lo colapsaron la falta de recursos, sobretodo en los últimos tres años, donde las gestiones federales fueron intermitentes.
El magisterio, sin duda, fue una piedra en el zapato del mandatario estatal, la falta de firmas de minutas y cuanto capricho, le fueron cobrando facturas en términos de gobernabilidad.
En seguridad, Silvano supo en seis años tener una policía sólida, aunque aún falta mucho, hoy, hay una corporación distinta en el estado que puede fortalecerse, algo impensable al inicio de su Gobierno.
La pugna con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, será recordada en los próximos años, y sólo así sabremos si fue benéfica o no para el estado.
Aureoles tiene las horas contadas, su futuro, todo indica será una cruzada nacional dentro de la oposición, tiene tres años para lograrlo.
Se acabaron seis años… mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed
