Por: Editorial
Silvano Aureoles, no tiene recursos para pagarle a los 28 mil maestros michoacanos y decenas más de acreedores, y ahora lanza una embestida en busca de culpables.
La historia de saqueos y despilfarro, no es reciente, durante las últimas dos décadas la educación ha sido un botín no solo político, también económico, de gobernadores, funcionarios y líderes magisteriales.
Durante años, el Gobierno Federal ha apoyado a Michoacán con recursos extraordinarios, hoy, no hay tales. A Silvano los problemas le reventaron en la cara, en su salida.
Ya vimos que Michoacán solo, sin duda requiere del Gobierno de AMLO, de lo contrario, las manifestaciones seguirán.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed