Por: Editorial
En Palacio Nacional conocen del grave problema de inseguridad en Aguililla, un municipio de la Tierra Caliente de Michoacán sitiado por los cárteles, ante los ojos del Ejército Mexicano que no ha actuado.
Ese ha sido el reclamo, que los decenas de militares están acuartelados, mientras los cárteles disputan cada centímetro de ese municipio, en medio cientos de familias sufren los estragos de la violencia y el olvido institucional.
La estrategia de «Abrazos, no balazos», sin duda se tiene que replantearse, definitivamente no ha funcionado.
Aguililla pide seguridad, una deuda del Estado Mexicano con la gente que clama vivir sin miedo.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed
