Por: Editorial
Raúl Morón abanderado de Morena a la gubernatura de Michoacán y Carlos Herrera, el posible candidato de la Alianza PRD-PRI-PAN, ya pusieron en marcha la «operación cicatriz».
El morenista, conoce perfectamente el peso que tiene Torres Piña, de los pocos con estructura sólida en Michoacán, por lo cual era importante comenzar a negociar, ya que fue uno de los finalistas de ese partido a la gubernatura.
Herrera por su parte, también hizo lo propio, y logró integrar de manera oficial a Antonio García Conejo, quien lideraba algunas encuestas del PRD a la gubernatura, pero además tiene suficiente estructura en todo el estado.
Así que este proceso electoral se definirá mucho con quien mejor haga operación política, dice un refrán popular «el que tiene más saliva come más pinole».
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed