Por: Editorial
Para pocos fue sorpresa la designación de Víctor Manríquez al frente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Michoacán.
Con tal hecho, parece mandar un mensaje a las estructuras perredistas de que nadie gana en cuestión de liderazgos, pero tampoco nadie pierde.
Aunque se culmina una etapa donde un grupo también tenía el control del partido, lo cual es buena señal.
La complicada tarea será preparar al partido para solidificarlo y que esté listo para posibles alianzas, pero sobretodo reforzar las bases y las estructuras, ahí deben enfocar los esfuerzos.
El 2021 está cerca y mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed