Por: Editorial
En un año y medio de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el poder, su partido, está en una grave crisis de identidad y liderazgo que lo han llevado a caer en la preferencia electoral de manera abismal.
La última encuesta de Mitosfsky publicada el 13 de abril, muestra una debacle evidente que sólo es el reflejo de un pésimo manejo de crisis y en un descontento generalizado a los partidos políticos.
Y aunque el partido guinda cae en la preferencia, nadie aglutina ese descontento, y eso es lo verdaderamente preocupante, la esperanza comienza a acabarse.
La culpa es de todos, desde la ambición de AMLO por llegar al poder y abrir las puertas de su partido a cualquier tipo de sabandijas que encontraron una nueva cueva, hasta inexpertos que exhiben ignorancia y errores de manera cotidiana.
Morena debe reflexionar el papel que asume en su llamada «Transformación» de lo contrario tendrá fecha de caducidad próxima.
Recuerden, que los movimientos sino maduran desaparecen, ya que dejan de funcionar.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed