Por: Leovigildo González
Voy a comenzar este artículo, con una frase «se va a soltar el Tigre» fue lo que externó el entonces candidato de Morena a la Presidencia de México, en una franca amenaza de que el país podría estallar.
Si algo hay que reconocerle a Andrés Manuel López Obrador, es que tiene un manejo del discurso fenomenal, dicen los expertos que cuando logra eso un político se vuelve imparable.
El «Tigre» se refería al enojo social que hay contra la clase política del país, potenciada por la desigualdad y la corrupción, algo que difícilmente podrá desaparecer en un sexenio.
Todos los días, desde el «púlpito» de las mañaneras, AMLO no deja de hablar de enemigos del «cambio», su discurso sigue siendo el mismo, ni pierde vigencia, finalmente el «Tigre» está entretenido y con alimento, de esa forma no puede causar desestabilizar a un país, que no crece económicamente y que tiene un sistema de salud a punto del colapso.
Pero además, el «Tigre» está recibiendo recursos públicos, las becas del bienestar para los «ninis» son fundamentales para evitar justamente que ese enojo social pueda llegar a los jóvenes, esos que durante muchas administraciones fueron abandonados.
Insisto, qué bueno que AMLO es Presiente, hoy, no hay estallidos sociales, la estabilidad que tiene el país, es que el enojo social se llevó a las urnas y se descargó en una especie de esperanza, aunque a más de un año todo siga igual.
El sistema de salud está en crisis, y no es un problema reciente, evidentemente la corrupción terminó por carcomer lo poco que lograba sostenerlo, si eso hubiera sucedido en una administración panista o priísta, tendríamos las calles llenas de manifestantes pidiendo la renuncia del Presidente, hoy, no es así, a pesar de la problemática hay incluso apoyo a lo que está haciendo AMLO, aunque lejos de arreglarlo parece que terminará por colapsarlo.
El país, está aprendiendo que ir a las urnas enojados, no es la solución a los problemas, así que ojalá la popularidad y aceptación le duren todo el sexenio, por qué el «Tigre» está en la clase media, ese sector al que parece golpear constantemente.