Por: Leovigildo González
Vicente Fox, ese personaje que se volvió popular en el año 2000, con su estilo ranchero y que llegó a la Presidencia de la República, pero con una administración sumamente cuestionable, ahora es la apuesta de Marko Cortés como figura de la oposición.
Al líder panista se le olvida que en el 2012, el ex Presidente hizo un llamado para que los mexicanos le dieran el voto a Enrique Peña Nieto, en una clara traición a Acción Nacional.
Hoy, Fox, ha perdido esa imagen de aceptación, y lo peor del caso es que aún haya personas que creen que pueda ser un líder para generar contrapeso al Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
En la Asamblea Nacional del PAN, faltó una figura que podría darle un nuevo respiro a la oposición, Ricardo Anaya, si algo tiene el «joven Maravilla» es inteligencia y con una capacidad innata de generar acuerdos.
Aunque salió sumamente golpeteado del proceso electoral de 2018, Anaya, si podría generar una figura de contrapeso con el discurso de «se los dije».
Sin embargo, Marko Cortés, piensa que Fox podría darle ese respiro, algo que parece imposible, en un partido falto de figuras pero sobretodo de liderazgo.
No se puede echar mano del pasado, cuando lo que importa es el futuro y ese está a la vuelta de la esquina.