Por: Leovigildo González
Lo sucedido en Uruapan la noche del viernes, estremeció no sólo a Michoacán, sino a todo el país, los niveles de impunidad son brutales y mandan mensajes de ingobernabilidad.
El país, experimenta una crisis de inseguridad en donde las estrategias del Gobierno Federal se han basado en ser reactivas a las acciones de los criminales.
México necesita un Presidente, con una visión clara de la situación, que deje de echar culpas y asuma su responsabilidad. La violencia no ha parado y lejos de eso en estos primeros meses de la administración federal los homicidios exhiben una impunidad muy grave a niveles desbordados.
Vemos una sociedad dividida entre ‘Chairos’ y ‘Fifis’ que en nada abona a la gobernabilidad que requiere el país, lo peor del caso, es que estas palabras salen desde Palacio Nacional, y del máximo representante del Ejecutivo.
El Legislativo se postró ante lo que el Presidente quería, una Guardia Nacional con mando militar, y así fue. La máxima apuesta de Andrés Manuel López Obrador, está siendo rebasada por los niveles de inseguridad que hay en el país y el ejemplo muy claro, Uruapan.
Si, se requiere un Presidente, uno que vea de manera clara los problemas, y busque soluciones prontas.
Y no, no se trata de decirle «Fuchi» o «guácala» a la delincuencia, se trata de imponer el Estado de Derecho.