Por: Editorial
Los presidentes de los países más poderosos del mundo tuvieron una reunión en Japón, en donde México decidió mandar a su canciller, Marcelo Ebrard.
Era la primera cumbre internacional y AMLO decidió rechazarla, los motivos, aún no han sido claros, sin embargo, hoy México sufre por una crisis migratoria que sobrepasa su capacidad de respuesta y necesita justamente del apoyo de otras potencias mundiales.
La política en materia diplomática de México no puede estar basada solamente en un canciller, el Presidente debe plantearse ante el mundo como el representante del país.
No puede haber maroma para tal situación.
No se lo tomen a mal esto no es NADA PERSONAL




