Por: Editorial
La jugada que realizó Silvano Aureoles, es digna de analizar. Movió sus piezas, y colocó a colaboradores de su más entera confianza en áreas estratégicas de seguridad y gobernabilidad.
Silvano no quiso titubear. Conoce de las capacidades del alcalde con licencia de Zitácuaro, Carlos Herrera Tello, cuyo perfil y destreza política es una apuesta del perredista para conciliar, desde la Secretaría de Gobierno, con todos los grupos y sectores en la solución de conflictos, elemento indispensable para preservar la estabilidad y gobernabilidad que se requiere para el desarrollo en la entidad.
Godoy Castro es también, a partir de hoy, el encargado de la seguridad pública de Michoacán. Sus cartas credenciales lo presentan como un funcionario con amplia experiencia en las áreas de seguridad y procuración de justicia. Los últimos cinco años, ocupó la extinta Procuraduría General de Justicia, periodo en el que se desactivaron los grupos de autodefensa y Michoacán escaló para alejarse de los primeros sitios en incidencia delictiva, sobre todo la conocida como de «alto impacto», lo que le hizo ganarse la confianza del gobernador.
Ambos nombramientos cierran una pinza estratégica en el engranaje del sistema de seguridad, combate a delitos y gobernabilidad en Michoacán. Semanas atrás, Adrián López Solís fue designado Fiscal General, el primero bajo el esquema autónomo e independiente de esta institución -antes PGJE-.
Claro, no son cheques en blanco los que reciben los nuevos funcionarios. Los resultados en estas encomiendas, serán, al final del día, su mayor carta de presentación.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed