Por: Job Meneses
Hace un par de días, la calificadora Fitch, bajó la calificación de PEMEX, cosa que no es raro por el nivel de deuda que viene teniendo y la falta de certeza que genera la política que se está llevando en este momento, pero no me mal entienda estimado lector.
Hay que poner en claro algunas cosas para entender que está dentro de los parámetros digamos racionales para entender porque es importante la opinión que tienen las calificadoras.
Desde los ochentas que se vieron inmersas en la crisis de Estados Unidos por dar por buenas inversiones de hipotecas que estaban en cuentas impagables, que hizo que los bancos norteamericanos quebraran y o miles de norteamericanos sobre todo los de clase media baja o baja dejaran de pagar sus casas reformaron sus procesos para ser solo indicadores para ver cuánto las empresas y los gobiernos tienen capacidad de pago.
En términos llanos es el buró de crédito de grandes industrias y gobiernos que contratan deuda a través de las bolsas de valores o de bancas de desarrollo internacionales.
Y el ejemplo es muy sencillo, si usted tiene un mal buró y quiere contratar un crédito en cualquier caso quien le presta pide un servicio para consultar cuál es su comportamiento, cuantos a pedido prestado, para que y como lo ha pagado.
Pues bien si usted es un buen pagador, le van a ofertar el crédito más barato y acorde a sus necesidades, no le pedirán en algunos casos pago anticipado o en otros enganche.
Estará de acuerdo con su servidor que si es mal pagador le pedirán aval, enganche amplio o incluso podrán no querer contratar el crédito con usted y que esto no tiene que ver ni con su religión, ideología, apariencia, genero entre otras miles de variables personales o ideológicas. Esto es lo que llamamos mercado de bienes de capital, se opera en las bolsas de valores, todos los países actualmente de una u otra manera están engarzados en sistemas de crédito para poder cumplir con sus obligaciones sociales, de infraestructura y en desarrollo de proyectos como lo es Pemex.
15 mil millones de pesos son los que Pemex tiene que pedir este año para poder funcionar, esto se hace a través de la emisión de bonos que se venden en diversos mercados de valores, para que los tenedores de bonos puedan cobrar su inversión utilizan la evaluación de las calificadoras para ver cuánto riesgo tienen y que certeza tendrán de recuperar con ganancia el haber comprado esos bonos que en términos generarles son deuda.
Estos indicadores se obtienen de analizar cuan sanas están las operaciones de las empresas o de los países como esta su gobernabilidad, sus índices de bienestar, como protegen la inversión y como pretenden pagar.
Cabe señalar que desde 2013 se veían las complicaciones que presentaba PEMEX y se dieron por viables las proyecciones por extracción mantendrían a flote la estabilidad financiera, cabe también señalar que las calificadoras no son contratadas más que por las mismas instituciones que van a emitir deuda, utilizan los estados financieros, y la información disponible tanto pública como privada para su análisis, esto es PEMEX es cliente de Fitch y no al revés.
O en su defecto reciben su pago de empresas o instituciones financieras para tener indicadores clave para saber en qué condiciones prestaran dinero y de verdad no les interesa ni la ideología, ni las personas, les interesa como protegerse no hay nada personal.
No son infalibles ya lo demostraron en 2008 y todas las casa de este tipo Fitch, S&P, MOODYS entre otras pero siguen siendo un material de análisis y siguen siendo un referente porque siguen siendo grandes empresas que adquieren grandes recursos por la información que analizan.
Aquí pues nada más es politiquería decir que no se confía en otra casa, como no lo hacen otros estados o países como es el caso del banco UBS de suiza quien por cierto le ha puesto unas tundas muy fuertes a la política económica del momento como lo hizo con su reporte de octubre de 2018.
Las calificadoras son pues como un examen en la escuela en función de las respuestas correctas tienes una calificación, el maestro la pone pero las respuestas son de quien sustenta el examen, así pues otra calificadora Moody´s ha dejado en claro que hará el examen dentro de seis meses por lo que aún hay tiempo de hacer de PEMEX un proyecto viable, no en el discurso, en sus números porque estos son fríos, a los inversores les valen un cacahuate las personas y las ideologías, las decisiones la tiene el Estado.
Las calificadoras solo reportan lo que ven así que no pueden tener una personalidad para recibir adjetivos. Y si dicen yo no recomiendo que le prestes, ya veremos cómo le hacemos para sacar las promesas de campaña.
