Por: Humberto Paz
La CNTE exige 5 mil millones de pesos para liberar las vías férreas y romper la semiparalización del occidente del país.
Si esto ya es un daño mayúsculo, puede provocar algo peor: que el Presidente López Obrador ordene más recortes a otros programas para satisfacer las demandas de los secuestradores o se decida, de una vez por todas, a usar la fuerza del Estado (sea la Policía Federal, el Ejército o la Marina) para cumplir la ley, como se comprometió en su toma de posesión.
Pero tamaña osadía debemos descartarla por anticipado porque la promesa cuartotransformadora es no reprimir al pueblo y los profesores de la CNTE son pueblo que nunca asiste a las aulas a cumplir con su obligación de leer la Carta Moral a los niños.
La negociación con la disidencia magisterial michoacana es un ejemplo monumental de chantaje al que, para mala fortuna de la Cuarta Transformación, el gobierno terminará cediendo a menos que el Presidente tome la decisión de no pagar a los plagiarios sin importarle que el secuestro ferrocarrilero se prolongue más de los 11 días que ya lleva.
El gobierno ha ofrecido de rescate mil millones de pesos, pero los dirigentes de la Sección 18, exigen 4 mil más que corresponden, explican, a prestaciones, nóminas de normalistas de cinco generaciones, es decir, de 2014 a 2018, bonos normales y de jubilados.
Los secuestradores aseguran que todo esto fue acordado con gobiernos anteriores. Como las deudas datan de 2014, es de imaginar que el ex subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, que todo lo arreglaba a billetazos fue quien se arregló con ellos.
El gobernador Silvano Aureoles sólo ha recibido el ofrecimiento del gobierno de López Obrador de un préstamo a cuenta de las participaciones federales, pero lo rechaza y exige que el gobierno federal retire el bloqueo de los profesores. En contrario, el jefe de la Unidad Administrativa de Educación Pública, Héctor Garza, dice que de ninguna manera, que todo se resolverá mediante la vía del diálogo.
Esperemos a la mañanera del lunes; tal vez el Presidente anuncie el pago del rescate o el uso de los efectivos de Durazo.