Por: Sandra Arias/ Te presto mi voz
«Yo resguardo a los cachorros pero el verdadero rescate lo realizan los adoptantes responsables», dice tan atinadamente Lucero Gutiérrez, quien se dice a si misma «resguardista», no «rescatista».
Para quien no esté familiarizado con el término «rescatista», les comento rápidamente que es calificativo que usan o usaban las personas que recogen perros y gatos de mas calles para buscarle un hogar. Voy a mencionar muchas veces esta palabra, discúlpenme pero no había otra, hasta hoy.
He comprobado tantas veces que muchas «rescatistas» en ocasiones buscan o usan ciertos casos de rescate animal para hacerse de un nombre o reconocimiento. No digo que eso esté bien o mal, sólo lo menciono porque este no es el caso de Lucero, ella no sabe siquiera que la mencionaré hoy, ni pondré su foto porque lo quiero recalcar es el concepto con el que se identifica, que creó y que me parece extraordinario.
Hay tantos casos de perros y gatos que merecen, necesitan, les URGE ser rescatados de sus propias «rescatistas». Perros que son quitados involuntariamente de las calles para vivir confinados en rejas, en cuartos, en pensiones de calidad baja donde si tienen suerte se les saca a pasear 15 minutos, lo cual sin duda provoca problemas de conducta en un futuro cercano, pero ese es otro tema.
Lo importante aquí es que debemos quitarnos de la cabeza que los que llegamos a recoger a un perro de la calle es para brindarle una ayuda que necesita, en realidad es para brindarle una ayuda que YO SUPONGO que necesita. Y eso automáticamente me vuelve responsable de lo que suceda con él una vez llevándomelo.
Entonces mi interpretación sobre la frase de Lucero es la siguiente: Yo (pon aquí tu nombre), me quito la capa de heroína o héroe, porque en realidad desconozco si te estoy haciendo un bien, perro o gato, pero el tiempo que te tenga bajo mi RESGUARDO serás mi responsabilidad y te daré mejor vida que la que te acabo de quitar, hasta que alguien supere mis cuidados y en verdad ellos te rescaten. Qué bello…
No hay cámaras, no hay reflectores, ningún animal nos ha pedido que lo rescatemos, nadie nos ha obligado a recatarlos. Que por ego después los rescatistas se vuelvan una mafia (eso será otro tema), es meramente de la raza humana.
Así que te invito bajarte del nicho, apagar las velas que te alumbran como Santo o Santa y tener la conciencia de que no rescatas a nadie, sólo resguardas una vida en lo que su verdadero rescatista llega.
Seamos como Lucero, seamos resguardistas.