Por: Leovigildo González
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene un discurso muy bien segmentado, no le habla a los políticos ya que los controla, tampoco a los empresarios, todos los días le habla al pueblo al cual quiere mantener cautivo.
Todas las mañanas marca la agenda mediática, la famosa agenda setting, donde él posiciona su mensaje por encima de todos los actores políticos y sociales del país.
Este martes en lo personal no me sorprendió de que hizo público que regresó al erario 22 mil pesos que le dieron extras a su salario, el boom en redes sociales fue inmediato, sus seguidores siguen cautivos.
Hace unos días, AMLO uso su discurso de austeridad contra el Poder Judicial, específicamente la Suprema Corte, enfocó el hartazgo en contra del único contrapeso que tiene en la República, y comenzó a desgastar la imagen de los ministros, a pesar de que su principal colaboradora salió de ahí.
En la historia reciente, México no había tenido ningún político con esa capacidad de comunicación, la clase política se cimbra con una declaración del Presidente de México, quien sigue con su estrategia de parecer un mexicano más que va a un Oxxo a comprar café, que usa avión comercial, que no trae escoltas, hace sentirse como un político cercano.
Una gran estratega de comunicación me decía «Leo tenemos que ganar espacios» y es justamente lo que hace el Presidente, al salir tan temprano gana espacios en los medios, cuando alguien revira, ya es a algo que él dijo.
Este martes dió una cátedra de manejo de la información, al hacer público que regresó dinero mermó la presión de quienes lo culparon de reducir el presupuesto a educación y específicamente a las Universidades públicas, como la UNAM o el Politécnico, semilleros de profesionistas.
Mientras Andrés Manuel López Obrador siga teniendo el control de la agenda setting, será muy complicado que alguien se atreva a llevarle la contraria, la oposición se ve pequeña ante el Presidente.