Por: Ernesto Pacheco Cáceres
“Nuestra Recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”
Mahatma Gandhi
El ambiente que se vive en Zamora me trae a la cabeza a “Fobos” de la mitología Griega, quien jugaba el papel del Dios malévolo, la personificación del temor y el horror, que a su paso traía confusión, consternación y alarma. En los campos de batalla se adquiría una tremenda sensación de miedo que impedía la razón y donde el pensamiento lógico era remplazado por sentimientos como la aprensión y agitación frenética.
Recordemos que las voces de alarma se encendieron en la ciudadanía en 2016 cuando se dieron a conocer las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) informando que Zamora era de los “50 municipios más violentos del país” así como era “Primer lugar en homicidios”; y al pasar de los años, con la suma de la ineficacia, la ignorancia y la corrupción, se han incrementado los índices de violencia que colocan a Zamora como “uno de los dos municipios con más homicidios dolosos”; y, “Zamora con el mayor índice de asesinatos de mujeres en Michoacán”; etc.
Sin embargo la reflexión ahora debe centrarse en el diagnóstico y la ruta de trabajo, ya que la mala calidad de vida de los Zamoranos, afecta las decisiones cotidianas por el miedo, la inseguridad, el crimen, la violencia, etc; teniendo que responderse día a día si sus hijos regresaran con bien de la escuela, si viven en una zona segura, y donde poner sus negocios, entre otras tantas.
Este tipo de circunstancias no son para buscar culpables, de ser así, las normativas son muy claras y marcan el límite de las responsabilidades de la Federación, Estado y Municipio; sin embargo, no podemos ser omisos a los gritos de dolor de la población, siendo las autoridades locales, el liderazgo más importante que debe tomar la responsabilidad y hacerse cargo de la ruta a seguir.
Determinando si se requieren asesores especializados en el tema, visitas a Países, Estados o Municipios con prácticas exitosas que replicar; estrechar relaciones con asociaciones especializadas en este tipo de procesos, las cuales puedan facilitar el intercambio de experiencias o bien convocar el apoyo de la sociedad civil y empresarios que se sumen al rescate del mal momento en que se encuentra Zamora; reitero es tarea de la autoridad local.
En este tenor, no podemos olvidar casos extremos donde se han diseñado rutas exitosas en el combate al crimen y la delincuencia, tan solo recordemos a Rudolph Giuliani, Alcalde de la Gran Manzana, quien con su programa “calidad de vida” mejor conocido como “tolerancia cero” sensibilizo a la población sobre la inutilidad de los programas sociales, si no se cuenta con seguridad; logrando una disminución del 40% en asesinatos y 25% en robos. Tal fue el reconocimiento que en su momento Rudolph fue contratado por Andres Manuel Lopez Obrador, Jefe Capitalino y Marcelo Ebrard, Secretario de Seguridad Publica para desarrollar un programa para reducir la delincuencia.
Y podemos seguir contando experiencias exitosas como el caso de Colombia, Medellin, Ciudad Juárez y muchas otras donde la sociedad civil de manera independiente se ha organizado para hacer frente a este tipo de temas, así como el caso de los habitantes de Naucalpan, donde los vecinos aseguran, que si los delincuentes se pueden organizar, nosotros también implementaron la estrategia “Cadena de Vecinos” en la cual unos cuidan de otros, dejando desde las llaves de su casa con el vecino de más confianza; se reportan al salir y regresar de vacaciones; tocan el claxon cuando llegan de trabajar, entre tantas más.
Que quiere decir todo esto, que existe la esperanza de poder construir un mejor Zamora, no estamos solos, no es la única ciudad que ha experimentado momentos difíciles y de algo deben servir tantas experiencias acumuladas para salir adelante, como sociedad es nuestra tarea el exigir y coadyuvar en nuestro beneficio y de nuestra comunidad; unámonos en una sola voz en favor de la paz