De bajada en las encuestas

Por: Ernesto Pacheco Cáceres

«Cuando te encuentres a ti mismo al lado de la mayoría, es tiempo de parar y reflexionar» Mark Twain

Revisando la multitud de temas que llegan cada día, hay uno especialmente que ha estado constante en los medios de comunicación, dando vueltas, esperando a ser analizado minuciosamente; me refiero,  a la caída en las encuestas de AMLO.

Para analizar el tema, debemos repasar los números de aprobación final de las encuestas presidenciales de los últimos cinco expresidentes, teniendo a  Salinas con un 77%, a Zedillo con un 66%, a Fox con un 59%, a Calderón con un 53% y Peña terminó con un 24%, se observa que cada expresidente termina con porcentajes más bajos que su antecesor, raramente, será que  la sociedad con el paso del tiempo cuenta con más información al momento, lo que les permite juzgar el comportamiento de los funcionarios, conocer el destino de sus impuestos y valorar el cumplimiento y resultado de las promesas de campaña. 

En el caso particular de Enrique Peña, la caída drástica tuvo todo que ver con que la  desconfianza social se acrecentó por múltiples factores, por nombrar algunos de los más relevantes  la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa, la fuga del Chapo Guzmán, la Casa Blanca, los asesinatos de periodistas, violaciones a derechos humanos y el notable  aumento de la delincuencia. 

El caso de  AMLO, quien construyó su carrera política basándose en su  capacidad para escuchar el sentir de la población más desprotegida, que constituye casi la mitad de la población de este país, haciendo suyas sus necesidades, convirtiendo el hartazgo social en su principal bandera y teniendo como ejes de campaña “Eliminar la corrupción y combatir la inseguridad”, lo que le llevo a ganar las elecciones por mayoría absoluta y tener una aprobación histórica del 80% en los 100 primeros días de su gobierno.

Reconociendo las cualidades de AMLO, podemos hablar de un personaje tenaz, criticó y duro en sus señalamientos, pues al evidenciar desvíos de recursos, errores de  funcionarios que ponían en entredicho sus resultados, como lo hizo con Enrique Peña y Videgaray al señalar el nulo crecimiento de la economía en un 0.8%, les enfrentó diciendo que,  “Si no sabían cómo hacerlo, con él sería distinto”. 

Habiendo entendido las necesidades de la población, dio muestras en su última campaña de ser un gran comunicador, parecía una luna de miel con los electores, la gente lo elogiaba y logró lo imposible para un partido de izquierda, penetrar con la clase media, más educada y con mayores ingresos. 

El panorama de ese AMLO ganador, parece que este año se diluye, se le ve en una realidad distinta, se acabó  la luna de miel, o es que la silla presidencial tiene vicios ocultos, o perdió el olfato político para adelantarse a los conflictos y ofrecer soluciones. En este año en particular,  los sucesos más importantes le han marcado negativamente; en primer lugar, se mostró insensible e intolerante con el tema del “feminicidio”, a nivel mundial fuimos la burla por invitar a la gente  a salir a las calles con el Covid-19 en su etapa de contagio comunitario; y ahora, una confrontación con empresarios por la cancelación de la construcción de la cervecera en Baja California, al final aleja a inversionistas por falta de certeza legal.  

La poca sensibilidad de este Presidente para abordar, encausar y ofrecer solución en temas de trascendencia nacional está dejando una huella  muy profunda en las encuestas, que, por primera vez marcan un cruce entre la gente que aprueba sus acciones, la cual “Baja a 50%” y la que desaprueba las mismas que “Sube a 49.9”, según el diario El Economista.  

Si en este momento sólo analizamos la principal promesa de campaña de AMLO, es decir, la de “Eliminar la corrupción”  que en términos numéricos representa un costo para la ciudadanía de alrededor del 10% del PIB, debemos considerar que sigue teniendo un gran pendiente con sus electores, y tiene de frente, enormes retos como son los estragos del Covid-19, el incremento del dólar, la pérdida de empleo, la caída del precio del petróleo, la baja en el PIB, retos para los que anímicamente parece ya no estar preparado y podrían significar una caída mas profunda… Al tiempo.

Ernesto Pacheco Cáceres,
Consultor en Marketing Político y experto en temas ambientales
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